Es una situación improbable pero una posibilidad muy real que hay que tener en cuenta y para la que hay que prepararse. Y es que la capacidad de reacción puede resultar vital y marcar la diferencia entre la vida y la muerte en caso de que se declare un incendio en tu Comunidad. Te contamos cuáles son los pasos que has de seguir para asegurar tu seguridad y la de todos.
En primer lugar, la serenidad es, sin duda, la mayor aliada. Una actitud resolutiva, ágil y calmada va a contribuir a mantener la claridad mental y a saber dejar al margen cualquier sentimentalismo material. Porque la prioridad en todo momento es salir y sacar a las personas que estén contigo, nunca volver atrás y mucho menos a recoger ninguna pertenencia ni objeto.
En el momento en que se detecte el problema hay que llamar al 112 para alertar cuanto antes a los servicios de urgencia ya que cada minuto cuenta. Lo siguiente es avisar al mayor número de personas posible para informarles de la situación y que puedan abandonar el edificio y ponerse a salvo. En caso de que el fuego se encuentre en la planta superior, se puede salir por las escaleras y evitando a toda costa el uso del ascensor ya que el riesgo de quedarse atrapado por un fallo eléctrico es muy alto.
Si el incendio se ha producido en tu planta o, peor, en tu propia casa, antes de intentar salir de la vivienda o de cualquier habitación hay que comprobar si hay humo bajo la puerta. De haberlo, será necesario buscar otra salida porque los gases son altamente tóxicos y van siempre acompañados de fuego. Si, por fortuna, la vía está libre de humareda, hay que comprobar que el pomo no está ardiendo y se puede tocar. Asegúrate de que puedes avanzar y ve cerrando las puertas que encuentres a tu paso (¡Importante!) para reducir la entrada de aire y evitar un fuego más virulento.
En caso de que no tengas acceso a la salida de la vivienda o de la estancia, procura situarte lo más lejos posible de las llamas y trata de pedir ayuda por la ventana colgando cualquier material de color blanco. Después mantenla cerrada ya que abriéndola solo ventilarías el incendio y le proporcionarías mayor potencia. Procura cubrir todas las ranuras que veas con algo de tela y permanece tumbad@ si el humo invade la habitación cubriéndote nariz y boca. Y si tu ropa comienza a arder, rueda hasta apagarla. Solo queda esperar que llegue la ayuda.
Esta situación es sobrecogedora y, como en todo, la prevención puede ser la cura. La Comunidad debe estar siempre al día con todo tipo de inspecciones técnicas, colocar alarmas y detectores de humo y ubicar extintores de mano en zonas específicas y accesibles del inmueble. Y, por último, asegurar que las puertas de los descansillos, si son resistentes al fuego, se mantienen cerradas y sirven de cortafuegos en caso de incendio.
Si necesitas saber más, no dudes en contactarnos.
SANDEZ PACHECO:: Nos respalda una amplia y demostrada experiencia en el sector de la administración de comunidades y un equipo altamente cualificado en las distintas áreas profesionales: desde la administración horizontal y vertical, contabilidad, asesoría jurídica, intermediación inmobiliaria, arrendamientos y contratos hasta organización de juntas o cualquier otra gestión administrativa. Agilidad, profesionalidad y transparencia para el buen funcionamiento de tu Comunidad.
Fuente. doradoayg